Un masaje de descarga, que relaja la musculatura, elimina las contracturas, mejora la circulación y sobre todo, genera una sensación de ligereza y descanso. Una técnica muy utilizada y que está orientada a preparar los tejidos para el esfuerzo laboral, manteniéndolos en un estado óptimo. Es un tipo de masaje que busca tratar o prevenir posibles lesiones que se desarrollen en exposición a constante sobresfuerzo muscular y/o articular. Así te sentirás 100% preparado y descansado para lo que se te viene encima.

Los beneficios que se obtienen con el masaje descontracturante son:

• Alivio del dolor.
• Reactiva la circulación sanguínea y linfática.
• Relajación de la musculatura.
• Prevención de lesiones.
• Bienestar.
• Prepara el músculo para la actividad física.

Pero, cuándo se debe realizar el masaje? Lo lógico es hacer un masaje a la semana, pero nuestros aceres muchas veces no nos permiten tener esta continuidad, asique lo mínimo es realizar una sesión de mantenimiento cada 3 semanas.

De hecho, los 4 momentos principales en que se debe aplicar este tipo de masaje son:

• Ante la aparición de cualquier molestia
• Como mantenimiento de los músculos
• Limitación articular del movimiento
• Sensación de fatiga y falta de concentración

No obstante, después de una entrevista te indicaremos cuál es la mejor opción para tu caso concreto.

Precauciones:
Este tipo de masaje también tiene una serie de contraindicaciones que citamos a continuación:

• Hipertensión arterial.
• Lesiones vasculares (trombosis venosa profunda o flebitis).
• Piel muy sensible con tendencia a irritaciones o alergias.
• Taquicardias.
• Fiebre.
• Vómitos.
• Fracturas sin consolidar.

Es importante conocer que no es necesario ser un atleta de alta competición para recibir un masaje deportivo.